Cuidate y siéntete bien contigo mismo

¿Eres de esas personas que se desbordan con facilidad, le cuesta pedir ayuda, decir “no” o poner límites cuando algo no te parece bien? ¿Sueles verte haciendo lo que los demás quieren, más que lo que realmente quieres hacer tú? ¿Te es imposible encontrar un hueco para hacer algo que te gusta?

Si tu respuesta a algunas o varias de estas preguntas es afirmativa, deberías plantearte llevar a cabo algunos de los siguientes autocuidados, como manera de mejorar tu calidad de vida, así como mejorar la satisfacción contigo mismo.

Poner límites

En las relaciones con los demás es muy importante expresar tus necesidades y tus deseos, ideas y opiniones, siempre que tengamos en cuenta, también las de los demás y lo hagamos sin ofender o juzgar el comportamiento del otro. Esto es lo que llamamos “comportamiento asertivo”. Podemos poner límites, siendo asertivo, diciendo “no” cuando necesitamos decirlo, mostrándonos así respeto a nosotros mismos. También podemos poner límites expresando lo que no queremos que hagan con nosotros. Siempre que lo expresemos de forma asertiva, es decir, teniendo en cuenta no ofender o juzgar al otro. Para ello es importante hablar en primera persona, de lo que no me gusta a mí, no de lo mal que lo ha hecho el otro. De esta manera te sentirás respetado por ti y por los demás, ya que das a la otra persona la oportunidad de cambiar su comportamiento hacia ti, y tú te das el derecho a expresarte y darte tu lugar.

Pedir ayuda

Pedir ayuda no es un fracaso. Sentirse desbordados es una de las consecuencias de no pedir ayuda. Pedir ayuda también es muy importante para sentirte valorado y mejorar la descripción que haces de ti mismo. Al pedir ayuda puedes sentir que te estás teniendo en cuenta y que mereces esa ayuda. De lo contrario, sería ignorar tu necesidad en ese momento y sentir que no la mereces. Ahora bien, no siempre la otra persona va a aceptar nuestra petición y es importante tener esto en cuenta para no caer en pensamientos del tipo “no le caigo bien”, “No debería haberle molestado” “no se puede contar con ella”, “ya no le pediré ningún otro favor”… Estas son atribuciones poco realistas y que nos llevan a sentirnos incómodos con la otra persona y con nosotros mismos.

Expresar emociones positivas

La expresión de halagos y afectos positivos es una buena forma de crear y mantener buenas relaciones con los demás, y por lo tanto sentirnos satisfechos. A todos nos gusta escuchar aspectos positivos hacia nosotros, y además aporta información a la otra persona de lo que nos gusta de ella, por lo que hacemos, de esta manera, más probable que lo repita en otras ocasiones, siendo así también positivo para el que lo expresa. Por ejemplo: “me ha gustado que hayas contado conmigo para venir a la playa”, “me encanta cuando me encuentro la comida hecha al llegar a casa”.

Expresar emociones positivas también propicia que la otra persona lo haga contigo, creando, de esta manera, relaciones agradables y satisfactorias.

Dedica tiempo a lo que te gusta

Requisito indispensable para sentirnos bien es dedicar algo de tiempo a hacer lo que nos gusta. Tener gustos es, entonces, muy importante para sentirnos bien. Mientras más cosas nos gusten más momentos de disfrute tendremos.

Para aumentar nuestros gustos e intereses debemos exponernos a hacer cosas nuevas, en distintos contextos y con distintas personas para aumentar las posibilidades de nuevos contagios emocionales.

Acepta tus errores

El error va unido al aprendizaje, por lo que equivocarse es algo inherente al ser humano. Si lo entendemos así, probablemente tendamos menos a evitarlo o a hacer descripciones negativas sobre nosotros mismos cuando nos equivocamos. Aceptar el error como algo normal, nos ayudará a sentirnos mejor a la hora enfrentarnos a ellos. También hará más fácil otros comportamientos como pedir perdón, y evitar, así, enfrentamientos innecesarios.

Entenderlo así nos llevará a centrarnos más en posibles formas de mejorar nuestro comportamiento en futuras situaciones, más que centrarnos en la emoción que provoca pensar que equivocarnos significa no valer lo suficiente.

Planteate objetivos

Para sentirte bien también es importante definir objetivos que persiguen tus valores, a lo que le das importancia y es realmente relevante para ti. Deben se objetivos realistas, para no frustrarte y quedarte en el camino de conseguirlo. Defínelos de una forma ajustada a la realidad y llévalos a cabo de forma gradual, comenzando por los más sencillos para ti.

Cuida lo que te dices a ti misma

Las explicaciones que des a lo que te ocurre y cómo te juzgas, va a influir directamente en cómo te sientas de satisfecho contigo mismo. Hacemos continuamente valoraciones de cómo nos hemos comportado en las distintas situaciones, y eso nos lleva, en muchas ocasiones a sentirnos insatisfechos con cómo hemos actuado, haciendo atribuciones negativas sobre nosotros mismos. También solemos anticipar acontecimientos desagradables y nos preparamos para los peores escenarios posibles ante las distintas situaciones. Esto también nos lleva a estar preocupados y vivenciando consecuencias desagradables que normalmente no terminan dándose.

Si a pesar de estas recomendaciones no logras mejorar la satisfacción y el bienestar contigo mismo tendías que plantearte visitar a un psicólogo especializado. En PsicoAbreu estamos dispuestos a atenderle de forma personalizada para ofrecerle la mejor ayuda.

Si crees que necesitas ayuda, ponemos a tu disposición a los mejores psicólogos para que te ayuden a conocerte a ti mismo y saber que vales mucho. Si quieres más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Noelia González Rosado

Noelia González Rosado

Psicóloga colegiada NºAO10145 colaboradora de Psicólogos PsicoAbreu de Ronda realizando terapias psicológicas en Adultos, niños, adolescentes.

CONTACTA CON NOSOTROS

📞 672 40 40 40

DESEO RECIBIR ESTOS ARTICULOS

9 + 10 =

Loading...
Índice
Escanea el código