Cómo tener relaciones con una persona superviviente a una agresión sexual
Tipos de abuso sexual
El abuso sexual es un tipo de actividad o contacto sexual en el que la persona no da su consentimiento o no se encuentra en condiciones óptimas para decidir. Esto puede deberse a que la víctima se encuentra bajo los efectos de sustancias, debido a ser menor de edad o a alguna condición particular que la sitúe en una posición de vulnerabilidad respecto a su agresor, como podría ser una persona con diversidad funcional intelectual. El agresor puede usar la fuerza física o amenazas, darle drogas o alcohol a su víctima para abusarla sexualmente o utilizar algún tipo de chantaje, coerción o manipulación.
El abuso sexual tiene muchas formas, algunas más reconocidas socialmente debido a ser más llamativas y otras que por desgracia se minimizan y silencian por ser consideradas de menor gravedad. Dentro de la primera categoría entraría la penetración e involucraría genitales u otras zonas consideradas sexuales, mientras que en la segunda encontraríamos roces y tocamientos aparentemente inocentes pero con finalidad sexual por parte del agresor o presión para realizar actividades sexuales dentro de la pareja, entre otros.
Si ha confiado en ti, respeta su privacidad
Si sabes que tu pareja o la persona con la que estás comenzando a intimar ha sufrido algún tipo de abuso sexual, crea un espacio seguro para que se comunique contigo. Bajo ninguna circunstancia cuestiones lo que te cuenta ni le restes importancia, esto no le ayudará sino todo lo contrario, será una forma de re-victimizarla. Muchas personas que han sufrido abuso eligen no hablar acerca de sus vivencias por temor a que esto suceda, pues implica volver a revivir la falta de apoyo, el juicio de los demás y el sentimiento de soledad e incomprensión que implica que no le den el peso que corresponde a su experiencia traumática.
Honra la confianza que ha depositado en ti ofreciéndole tu escucha, comprensión y apoyo, así como la posibilidad de buscar ayuda especializada de forma conjunta. Recuerda también respetar su espacio y privacidad, dejar que hable del tema cuando lo necesite y que te de la información que considere. Se trata de un tema muy delicado y, si la persona no quiere abordarlo en algún momento o dar determinadas explicaciones, es prioritario respetarlo.
Infórmate sobre el tema de agresiones sexuales
Para ayudar a la persona que ha sufrido abuso sexual es imprescindible tener un mínimo conocimiento de esta temática. Existen numerosas concepciones erróneas acerca del abuso sexual, mitos y desconocimiento, por lo que lo más recomendable es que acudas a fuentes de información fiables que lo traten con el mayor rigor posible. Las palabras que utilicemos para referirnos a estos hechos son de suma importancia, el lenguaje puede herir o ayudar a sanar: Poner nombre a las vivencias traumáticas y utilizar la terminología correcta es imprescindible en estos casos para ayudar a la víctima.
Aprender sobre las consecuencias de la violencia sexual te permitirá apoyar a tu pareja y saber cómo transitar juntos el camino hacia la intimidad. Aunque no todos los supervivientes lidian con dificultades y obstáculos a la hora de tener sexo, es importante que tengas información acerca de otras áreas en las que le pudiera haber afectado la experiencia.
La investigación indica que la prevalencia del Trastorno por Estrés Post-Traumático (TEPT), la depresión y los niveles de ansiedad son significativamente más altos entre los supervivientes de abuso y agresión sexual. Esto quiere decir que tu pareja puede experimentar reacciones derivadas del trauma antes, durante o después del sexo o a lo largo de su vida.
Reconocer los activadores del trauma
Las personas que han sufrido abuso sexual es probable que experimenten algunos de los siguientes síntomas: Miedo y ansiedad intensos, angustia, flashbacks (volver a recordar y revivir el evento traumático), pesadillas (recordar en sueños la experiencia traumática) , tristeza o culpa, dificultad para controlar las emociones, ataques de ira o llanto súbito e incontrolado.
También debes tener en cuenta que la víctima puede experimentar inmovilización o disociación durante el acto sexual, es decir, puede entrar en un estado de “piloto automático” y desconectarse de su cuerpo y entorno. También puede entrar en un estado de parálisis que le dificulte moverse o hablar. Estas son formas en que la mente se protege a sí misma, bloqueando recuerdos traumáticos y reduciendo el miedo, la ansiedad y la vergüenza.
Aunque estos síntomas pueden darse independientemente de las condiciones circundantes, en muchas ocasiones, la presencia de determinados estímulos ambientales tales como determinados olores, sonidos, tactos, posturas, palabras o situaciones pueden generar respuestas de este tipo. Esto se debe a que el recuerdo traumático puede activarse ante alguna circunstancia parecida a la sufrida durante el abuso.
Crea un espacio seguro para la comunicación
Puede que tu pareja sea consciente del origen de los síntomas del trauma, o también puede ignorarlos y desconocer las implicaciones que el abuso sufrido ha tenido en su vida. Debido a esto es imprescindible que le acompañes en el conocimiento de sí misma mediante una comunicación abierta y sincera. Es especialmente importante que fomentes el diálogo antes, durante y después del sexo. Debes hacerle sentir que puede comunicarte lo que siente y necesita y que tú recibirás esta información de forma abierta y con actitud positiva.
Es esencial crear un espacio seguro que permita que tu pareja se exprese con total libertad, preguntas como: ¿Qué te gusta durante el sexo?, ¿qué te incomoda?, ¿qué necesitas en cada momento?, ¿cuáles son tus límites?, ¿qué te relaja y hace sentir segura?, etc. te ayudarán a conocerla mejor y a generar una experiencia agradable. Puedes ir preguntando y comprobando cómo se va sintiendo con las diferentes prácticas. Ofreciéndole apoyo y comprensión incondicional permitirás que se sienta cómoda expresando sus emociones y sensaciones y eso le dará la confianza y la tranquilidad necesarias para que el encuentro sexual sea lo más placentero posible.
Crea un ambiete cómodo
Ve aprendiendo acerca de aquello que le proporciona tranquilidad a tu pareja durante el sexo y crea un ambiente en donde pueda sentirse segura. Teniendo en cuenta sus gustos, decora la estancia atendiendo a los diferentes sentidos: Cuida el entorno y genera nuevas experiencias con olores, colores y texturas que le gusten. Por ejemplo, puedes encender velas en el dormitorio, poner incienso, decorar la cama con pétalos de rosas, fotografías de ambos o cualquier otro elemento que le recuerde tus sentimientos hacia ella.
Conoce su cuerpo, lo que necesita y cuándo. Se trata de generar un ambiente que le proporcione calma y pueda asociar a una experiencia sexual positiva, generar nuevos recuerdos respecto a la intimidad que le ayuden a retomar la confianza en dichas prácticas.
Redefine el sexo
La recuperación de experiencias traumáticas lleva tiempo, trabajo y paciencia. Es posible que tengas que replantearte qué significa para ti “el sexo” y con ello incorporar nuevas prácticas, dejando algunas de lado. Es importante que conozcas qué le hace sentir cómoda y qué no. Por ejemplo, es posible que descubras que a tu pareja no le gusta la penetración pero sí otras formas de estimulación. Se trata de romper con la concepción del sexo como medio para el alcance del orgasmo y de la penetración como práctica primordial y explorar nuevas formas de relacionaros íntimamente. El sexo implica un amplio abanico de posibilidades las cuales deberéis explorar con la mente abierta.
Al final, la meta es ayudar a tu pareja a modificar el imaginario negativo que pueda haber desarrollado alrededor del sexo. Cambiando su concepción respecto a esta práctica y dejándola de considerar como una obligación, algo incómodo o peligroso. Ayúdala a redefinir su concepto de la sexualidad y convierte esos momentos de intimidad en una experiencia placentera, segura, empoderante y sobretodo elegida.
Si tienes problemas con tu pareja para tener relaciones sexuales después de una agresión o tu pareja ha pasado por ese duro momento. y no sabes como ayudarle, contamos con un equipo de psicólogos profesionales que pueden ayudarte a superar esta barrera. Si quieres más información, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Psicóloga colaboradora de PsicoAbreu colegiada nºCV14304.
Trabaja desde la perspectiva cognitivo-conductual, sin embargo tiene una mirada ecléctica hacia la psicología y también incorpora técnicas de otras corrientes. Utiliza el Mindfulness y la arte-terapia como herramientas en su práctica clínica pues considera prioritario el cuidado del niño interior, el cual vive el momento presente y explora el mundo con creatividad y entusiasmo. Muchas personas olvidan esto en su adultez y es uno de los motivos por los que la vida pierde el color que inicialmente tenía. Melissa le otorga a esta parte olvidada que habita en nuestra psique la importancia que merece durante el proceso de terapia.